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Escuela de Imaginadores

Llevas casi treinta años escribiendo y más de veinte dedicando una parte de su vida a la docencia y a la enseñanza de la escritura, pero… ¿qué te motivó para crear Escuela de Imaginadores?

A lo largo de todo este tiempo enseñando a otros a escribir, me he ido encontrando aquí y allá con grandes talentos. No obstante, mientras como escritor iba logrando satisfacer ciertos hitos, con mis alumnos más brillantes la sensación que me quedaba era agridulce por no poder acompañarlos aún más lejos. Los talleres comunes no están pensados para profundizar en el desarrollo de una verdadera carrera literaria. Y así fue como me decidí a fundar este maravilloso proyecto: empecé a contactar y a reunir a todas aquellas personas que merecían la pena y con las que me crucé en las últimas décadas, aquellas en las que había descubierto escritores de raza, y les propuse hacer algo diferente.

¿En qué consiste su proyecto?
La Escuela de Imaginadores es un proyecto concebido para acoger a esos aspirantes a escritor que llevan años perfeccionando su técnica, trabajando en la sombra sus textos y que no encontraban un lugar donde poder continuar llevando más allá sus carreras. Frente a la cada vez mayor y más despersonalizada oferta de los centros de enseñanza, que suelen delegar el trabajo diario en profesores menos cualificados o abusar de los invitados estrella, pretendemos recuperar el concepto de verdadera cocina literaria. En este taller somos una pequeña familia, los programas se adaptan y personalizan, los grupos se cuidan, lo principal son las personas y sus vocaciones, las relaciones al fin son de amistad, casi de mentoría. En la Escuela de Imaginadores suceden cosas, todo el tiempo. Se habla de literatura, no de modas o cotilleo literario o praxis editorial, de literatura. Compartimos lecturas y obsesiones, intercambiamos ideas y surgen nuevos proyectos cada día. Me gusta apadrinar a quienes concluyen un libro y los acompaño en todo el proceso hasta la publicación, incluso después de eso. Y para llevar a buen término nuestro sueño era también fundamental la ubicación: estamos frente a la SGAE, rodeados de librerías, bares y de terrazas, el entorno ideal para poder seguir expandiendo nuestra actividad cultural y estrechando los lazos.

Has recibido multitud de premios nacionales e internacionales y tu obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, griego, finés, turco, árabe y al ruso… Con esta presentación, ¿ha sido complicado poner en marcha tu proyecto desde el punto de vista financiero?  
Qué características debe reunir una mujer emprendedora?
Los bancos no tienen ninguna confianza en los contratos editoriales ni les importan en absoluto los premios, si te refieres a eso. Para conceder cualquier tipo de crédito valoran aspectos muy distintos de los que puede ofrecer un escritor que no tiene nómina, y, en general, casi cualquier autónomo. Por otro lado, a quienes venimos del ámbito puramente creativo, cualquier cuestión contable, administrativa o fiscal nos suele resultar bastante incomprensible, es un lenguaje que no entendemos. De modo que sí, los inicios fueron complicados.

En un momento dado conoces SECOT y decides ponerte en contacto con nosotros para despejar algunas dudas que te habían surgido en el proceso de creación y puesta en marcha del proyecto. En este sentido, ¿cuál fue la implicación de los mentores Seniors en tu proyecto? ¿qué te aportó su experiencia?
Desde el instante en el que me surgieron las dudas en el inicio de la actividad, supe que necesitaría asesoramiento. Y lo mejor que pudo sucederme fue cruzarme con SECOT. No solo por su ayuda desinteresada o por el valor de la experiencia de los distintos expertos, sino porque cada uno de ellos estuvo siempre a mi disposición: me resolvían las dudas, sí, pero además, eran ellos quienes me llamaban y me hacían un seguimiento. Cada Senior que consultaba permanecía luego pendiente de mí. Me sentí en todo momento apoyado y respaldado.

¿Cuáles son las principales dificultades a las que te has enfrentado como emprendedor?
En este país, lamentablemente, son muchas. Desde la búsqueda de local —con alquileres imposibles y unos préstamos hipotecarios fuera del alcance de quien empieza— hasta las propias condiciones del trabajador autónomo. Es curioso cómo todos los políticos, de uno otro signo, están interesados en cambiar por fin la situación insostenible de los autónomos, hasta que llegan al poder y dejan de necesitar sus votos. En general, mi sensación después de pasar por todos los trámites es que parecen existir muchos organismos entre los poderes públicos destinados a ayudar al emprendedor, pero lo único con lo que de verdad te encuentras al llamar a esas puertas es desinterés, desgana y nuevos obstáculos multiplicados.
 
Para ti, que estás acostumbrado a ver cómo “nacen” tus proyectos literarios e incluso editoriales, ¿qué es lo más satisfactorio de emprender?
Quizá mi mayor descubrimiento y satisfacción ha sido comprobar cómo, cuando fundas tu nuevo negocio, surgen por todas partes sensaciones similares a cuando das forma, por ejemplo, a una novela. Hay un placer creativo especial en cada decisión tomada, en cada objetivo logrado: en la elección de un espacio, en la decoración, en el diseño logotipos, en el plan de marketing o la planificación de la web, en la línea editorial, en la dinamización de un grupo, en el cuidado de cada uno de los alumnos, en sus logros como si fueran propios…

Y para terminar… si entre nuestros lectores hubiera algún escritor amateur ¿qué consejos les darías para que sigan apostando por su creatividad y pasión literaria?
Que escriban mucho y que lean aún más. En los libros están todos los secretos. Y también, por supuesto, que se apunten a un taller. No hay un lugar mejor en el mundo para avanzar más rápido, para aprender de los otros y de uno mismo, para llegar antes donde se pretende y errando menos el camino. Y, además, en ningún otro sitio alguien con una vocación tan solitaria como la del escritor podrá sentirse tan acompañado, compartir afinidades y divertirse haciendo lo que más le gusta hacer.…

Web: www.escueladeimaginadores.com